martes, 4 de septiembre de 2012

Conclusión: hay que matarlos a todos.

Muchas veces no se puede entender a la gente, simplemente no se puede.
Uno trata de discutir puntos de vista totalmente contrarios con el fin de convencer, ¿convencer a quién? ¿convencerte de que posees la verdad? ¿convencer al otro de que sus argumentos son erróneos? ¿convencer a todo aquel a tu paso para convertirlo en un aliado a tus creencias? 

Si cada persona es un mundo, cada mundo posee sus satélites, cada mundo posee sus días y noches, sus estaciones, su propia composición pero los mundos forman parte del Universo y no están solos. Es como pedirle a Marte que sea como la Tierra, ¿en serio? Sin ir más lejos, bajemos a Tierra, nuestra Tierra. Tenemos continentes, tenemos ecosistemas, tenemos divisiones, tenemos diferencias ¿se imaginan lo aburrido que sería si todo fuese igual? Por eso me hace mal cuando la gente discute sin parar, cuando ya llego al punto de enojarse por ¿lo que piensa? ¿te hace mal lo que pensas? Entonces hay algo que no esta funcionando bien.
A las personas les falta que se las enseñe a debatir, no saben, solo quieren callar al otro y ganar algo que todavía no sé que es porque para unos puede que tenga razón y si "gana" todos lo van a aclamar pero los que piensan diferentes ¿qué?