jueves, 26 de enero de 2012

Besos vacíos y un cóctel musical.

Prestaba más atención a poder verlo que a la conversación presente en su entorno. Lo extrañaba y no podía negarlo, aunque cuando se tocaba el tema prefería hacer algún comentario sarcástico , responder "no sé" o decorar su nombre con palabras de desprecio que disfrazaban lo mucho que le dolía su distancia.
Esperó y por fin lo vio, la saludo con un beso vacío.  En realidad, ella quería abrazarlo y no soltarlo, decirle lo mucho que le importa, lo mucho que lo quiere, pero se conformó con eso, cuando hubiese sido mucho mejor no haber obtenido nada, haberse ido como había querido para no cruzarlo. Eso hubiese sido mucho mejor, hubiese dolido mucho menos.
Cuando volvió a su casa no podía dormir, no quería que la noche terminase ahí. Muchas veces cuando esta clase de malestares se le presentan, ella quiere un cóctel musical, algo de descontrol, algo de destrucción. No quiere terminar bien, no quiere que los cortes sean superficiales, no quiere que el alcohol sólo le sirve para reírse y tambalearse...

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