miércoles, 8 de febrero de 2012

"Quiero verte y que me abraces por horas infinitas"

Así de real, así de triste, así aunque no debería serlo.

Ocurre de una forma casi automática, "eso" se implanta en tu cabeza y tratas con todo tu ser de ignorarlo. De día es más fácil (no siempre) pero de noche, debido a que el sueño nos deja vulnerables, todo el esfuerzo del día termina en lágrimas, en deseos que no van a cumplirse, en plegarías para un Dios que no existe.

Algunas veces el tiempo deteriora los sentimientos hacia algunas personas, sos capaz de guardarlas en un cajón imaginario de objetos olvidados que cada tanto vas a revisar. Otras veces el tiempo no logra modificar lo que alguna vez fue, por más que aquella persona no valga la pena según tu ambiente, para vos sigue siendo alguien a quien le perdonarías haberte abandonado en tu peor momento, a quien no le pedirías un por qué si de la nada aparece tocando tu puerta al anochecer. La lógica humana es ilógica.

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