domingo, 30 de octubre de 2011

Where are you going to?

Siempre que se me da por bajonear, hago lo mismo: voy a la cocina, me siento en el suelo, apoyo la espalda contra la mesada y miro la alacena que esta enfrente. Miro la comida esperando querer comer, pero al contrario, si llegase a comer algo me sentiría peor/con ganas de throw it up. Miro los pocos medicamentos (que, btw, no sé qué hacen ahí) y me acuerdo del dolor de cabeza, del malestar, de todos los intentos. Me levanto, me hago un café, y me vengo a escribir acá, a mi cuarto, al bunker donde nadie sabe si estoy bien o mal.
Te agradezco, aunque no vayas a leer esto, por haberme sacado de las manos las pastillas que guarde durante todo el tratamiento que me negué a hacer. No sé por qué me acordé de vos, o quizás sí, quizás porque me advertiste que iba a volver a hacerlo, que no puedo querer a alguien si sigo con todo esto. Actually, no puedo, estoy más preocupada pensando en como morirme que en otra cosa. 

Y así es como, me estoy percatando que estoy volviendo al mismo lugar de siempre.

1 comentario:

  1. Me pasa exactamente lo mismo que en el primer párrafo.
    Che, me caés bien.

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